Las características de nuestro suelo confieren al agua un sabor salobre y así ocurría con la mayor parte de agua disponible entonces. Las posibilidades eran esperar que manara el pozo para beber un agua de importante dureza o bien aguardar a la llegada de los aguadores que la traían de buena distantes como era el caso del Pozo de Tello. Las temperaturas tan extremas de los veranos largos y secos empeoraban las condiciones de vida.

A mitad del siglo XIX con la llegada del ferrocarril se abrieron pozos de acuerdo con las necesidades del servicio en una zona que proveía agua dulce, conocida como Pozo de Marañón. Así procuraba agua en época de sequía a todos sus empleados y sus respectivas familias, cubriendo la necesidad de la mayoría del pueblo, aunque no por mucho tiempo, ya que la problemática y escasez de agua seguía aumentando.

El detonante que llevó a madurar una posible solución para abastecer al pueblo con agua corriente, fue la llegada de los cadetes de la Academia de Infantería de Toledo en 1906. Se trataba de una guarnición militar cuyo asentamiento interesaba a Alcázar de San Juan. De tal forma, que lo que al principio fue una ilusión, se convirtió en un proyecto que pudo llevarse a cabo cuando se involucraron personas de importancia social, incluida la máxima autoridad municipal. En este momento, tuvo lugar la primera sociedad de aguas en Alcázar.

Se manejaron varias opciones para obtener agua de buena calidad, un ejemplo de alguna de ellas fue obtenerla de Ruidera, idea desechada por la lejanía que suponía. La decisión final, estuvo basada en una serie de muestras de diferentes puntos del Monte del Concejo, zona cercana a la localidad. Tras un estudio en el Laboratorio Municipal de Madrid, resultó ser la mejor la del Pozo de las Perdigueras, por aquel tiempo perteneciente a Don Miguel Henriquez de Luna, quien accedió a vender el terreno necesario. Estos acontecimientos ocurrieron a lo largo de 1907, siendo el 14 de diciembre de dicho año cuando el pozo manó.

Con el devenir de los años y la legislación, aquella sociedad privada de aguas potables sería municipalizada y así fue como permaneció hasta que el día 1 de enero de 1992 la Empresa Municipal de Aguas de Alcázar S.A. inició sus actividades con la finalidad de gestionar los servicios municipales correspondientes al ciclo integral del agua, es decir, la captación, abastecimiento, distribución y depuración del agua para la población de Alcázar de San Juan y pedanías, pretendiendo con el paso de los años conseguir un mejor servicio y una progresiva evolución hacia una Gestión Ambiental Sostenible cada día.

El 9 de septiembre de 2014, queda constituida la nueva sociedad Aguas de Alcázar Empresa Mixta, S.A que gestionó el servicio municipal de aguas de Alcázar de San Juan, Alameda de Cervera y Cinco Casas. El capital lo conforman el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan y FCC Aqualia S.A.

Con fecha 3 de septiembre de 2021 se ha materializado la salida del socio privado FCC Aqualia SA transformándose de nuevo en una sociedad municipal, siendo el único accionista el Excmo. Ayuntamiento de Alcázar de San Juan y con la denominación AGUAS DE ALCAZAR EMPRESA MUNICIPAL SAU. Todo ello, en cumplimiento de la sentencia del Tribunal Supremo de 10 de junio de 2020 (recurso de casación n° 282/2018) que vino a confirmar la dictada por la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (n° 236/2017 de 20 de octubre).